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CONVERSACIONES DE MUJERES

CONVERSACIONES DE MUJERES

Ayer por la noche tuve una llamada de teléfono de una de mis amigas, lee este blog, me conoce desde hace bastante y piensa de una manera muy parecida a mi.

El problema de hablar con cualquiera de mis queridas amigas es que siempre empezamos diciendo lo mismo:"hola qué tal, cómo estás.......hoy no nos vamos a enrrollar mucho......" y la otra dice:"vale, sí de acuerdo que cada vez que hablamos nos pasamos una hora o más........, y ahí metemos la pata porque empezamos a dar rienda suelta al cotorreo, que si a estas alturas Movistar debía haber sacado un móvil con nuestro nombre, que si el móvil pudiera hablar estaría hasta los mismísimos de nosotras, que si.....bueno.......

La cosa es que empezamos igual y acabamos lo mismo, la hora de reloj no nos la quita nadie.

Es peor cuando nos encontramos o quedamos para tomar algo, o en defecto porque hace mucho que no nos vemos, que es una excusa, porque hablamos un par de veces al mes, si no más, así que tampoco es que tengamos cosas importantes que contarnos, pero es como un extraño vicio esto de cotorrear con iguales a ti, que te entienden, se ríen y hacen bromas psicomacabras que igual no todo el mundo pueda entender, y nos ponemos las dos como si hubiéramos estado castigadas sin hablar durante meses o llevásemos una semana entera comiendo lengua.

Recuerdo cuando vivía en Cáceres, quedaba muchas tardes a tomar un cafelito con una de mis compis, madre de dos hijos, hacíamos un pacto al princípio:mirar el reloj cada 20 minutos, porque sabíamos lo que podía suceder, y luego se nos olvidaba, tan entretenidas estábamos arreglando el mundo, que dejábamos aparcados los cafés para pasarnos posteriormente a los botellines de cerveza y los panchitos, y así dale que te pego se nos pasaba la tarde, hasta que nuestros móviles empezaban a sonar, a ella su marido, preocupado porque no tenía ni idea de dónde estaba, a mi, mi madre que harta de llamar a mi piso por fin se había decidido llamar al móvil, así que al final siempre pasaba lo de siempre.

Y cuando llegaba a mi casa me tumbaba en el sofá, había saciado mi ansia de darle a la lengua, pero al rato sonaba el timbre, otra de mis compis.....y claro no desaprobechaba la oportunidad de pasar otro buen rato de cotorreo.

Disfrutad del fin de semana

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